La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días realizó una significativa donación en favor de las mujeres privadas de libertad en el Centro Penitenciario Femenino Marisol Estay, de la comuna de San Miguel.
Las consecuencias del Covid-19 han afectado todos los ámbitos de nuestra sociedad; las mujeres recluidas en este recinto penitenciario no son la excepción. Las necesidades son múltiples, especialmente en este tiempo de pandemia, razón por la cual los miembros de la Iglesia han querido contribuir con las autoridades de esta cárcel femenina.
La donación consistió en elementos de aseo personal, productos la limpieza y desinfección de ambientes, así como también para la prevención del contagio del virus para las internas y personal de gendarmería.
A la simbólica ceremonia de entrega asistió la alcaide del centro, Teniente Coronel Ana Garrido, quien manifestó su agradecimiento por esta importante ayuda. En representación de la Iglesia participó Juan Vásquez, presidente de la Estaca San Miguel. Este último manifestó que estuvieron en conversaciones con personal del recinto penitenciario y que, al enterarse de las necesidades, decidieron prestar esta ayuda para aliviar en alguna manera las tareas de las autoridades del lugar y contribuir a la prevención de contagios de todas las personas que allí conviven. Asimismo, declaró: “Sin duda, esta ha sido una instancia maravillosa de poder manifestar nuestro amor al prójimo y seguir contribuyendo a nuestra comunidad más cercana”.
Esta no es la única iniciativa que los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de las comunas de San Miguel y San Joaquín han realizado durante la crisis sanitaria que ha provcado el Coronavirus. También se ha faciltado ayuda para la realización de trámites en favor de personas mayores, la que se ha llevado a cabo en coordinación con el municipio de San Miguel.
También se facilitó la capilla ubicada en calle Ingeniero Budge 1025 de la comuna, para que sirviera como centro para la donación de sangre. La actividad se realizó en conjunto con la Corporación Metropolitana de Sangre.